Poner
límites a los niños es importante porque les ayuda a desarrollar una
comprensión clara de lo que es aceptable y lo que no lo es en su
comportamiento. Además, establecer límites claros y coherentes les proporciona
una sensación de seguridad y estructura, lo que puede ayudarles a ser más
autónomos y responsables a medida que crecen. También puede ayudarlos a
aprender a respetar a los demás y a ellos mismos, y a tomar decisiones
saludables y seguras. En resumen, establecer límites adecuados es esencial para
el crecimiento y el desarrollo saludables de los niños. Gracias por leer y compartir.
A nivel neurológico que áreas del cerebro
de los niños se desarrollan con los límites que ponen los padres
Establecer
límites para los niños puede ayudar a desarrollar diversas áreas del cerebro,
incluyendo la corteza prefrontal, la corteza temporal y la amígdala.
La
corteza prefrontal se encarga de la planificación, la toma de decisiones y la
regulación emocional, y el establecimiento de límites claros puede ayudar a
fortalecer esta área.
La
corteza temporal es responsable de la comprensión y el recuerdo de la
información, y el establecimiento de límites puede ayudar a los niños a
comprender y recordar las reglas y expectativas que tienen que seguir.
La
amígdala es una estructura clave en el sistema de respuesta al estrés y la
regulación emocional, y el establecimiento de límites claros y coherentes puede
ayudar a desarrollar la capacidad de los niños para regular sus emociones y
respuestas emocionales ante situaciones estresantes.
Es
importante señalar que el cerebro de los niños sigue desarrollándose hasta la
edad adulta y que los límites establecidos por los padres son solo uno de los
muchos factores que contribuyen al desarrollo neurológico de los niños.
Por todas las razones
anteriores es por lo que es importante que los límites sean hablados, definidos
y consensuados por los padres. Es decir, que la naturaleza de los límites sea
el de guiar a los niños y que se evite ponerlos sin pensar por un momento de
rabia debido a un mal comportamiento de los hijos.
Para que los límites
funciones han de ser consecuentes con la idea que los padres tengan de lo que
es un buen comportamiento y de lo que esperan de sus hijos. Por tanto, cada
familia será la responsable de definir sus propios límites en función de lo que
sea más importante para ellos.